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Entre los mitos más difundidos sobre la carne del cerdo, está el que dice que tiene mucho colesterol por sus grasas…Es falso y te contaremos cual es su verdadero valor nutricional.

En DeCasa no solo tenemos pescados y crustáceos, ya sabes que nuestra oferta de productos es amplísima (contamos hasta 3000 entradas entre ellos) y puedes encontrar también carnes de excelente calidad, además de verduras, postres, masas, alimentos de cuarta gama y delicatessen.

Así que hoy te contamos algunas ventajas nutricionales que aporta la carne de cerdo y luego seguro que te animas a probar alguna receta con nuestro exquisito solomillo de cerdo.

Falso mito: “La carne de cerdo es muy grasa y no se puede tomar en las dietas de adelgazamiento”.

Es un mito que hemos escuchado decir a nuestras abuelas, pero los tiempos han cambiado y los cerdos ya no se crían ni se alimentan como antes.

Los forrajes alimenticios han cambiado mucho y los cerdos llevan una dieta mucho más saludable y equilibrada que la que llevaban antiguamente (¡igual que nosotros!). Actualmente, el componente graso de la dieta se ha reducido a aproximadamente el 10% y suelen ser grasas insaturadas de origen vegetal. Además, en la cantidad de grasa que contienen las carnes, también es fundamental la raza del cerdo.

Los cerdos blancos, (que normalmente son los que se comercializan en carnicerías y supermercados) tienen una baja concentración de grasas en su carne. De hecho este tipo de carne de cerdo contiene menos grasas que la carne de ternera y sus porcentajes son equivalentes a los del pollo. Evidentemente hay determinados cortes (como la panceta) donde sí hay más grasa, pero no es el lomo ni el solomillo del cual estamos hablando hoy.

Valor nutricional

La carne de cerdo es rica en proteínas (alrededor del 22% cada 100 grs.), tiaminas, niacinas, riboflavinas, y cuenta con vitaminas como la B3, B6 y B12 que participan en distintos procesos de nuestro cuerpo, como la regulación de la actividad hormonal, el buen funcionamiento de los músculos, o la disminución del cansancio y el stress. Las tiaminas también ayudan a asimilar los hidratos de carbono y contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso.

También es un buen aporte de minerales como el hierro y el zinc, aunque también tiene fósforo, magnesio y potasio, así que su consumo es recomendable 3 o 4 veces por semana.

Es importante que la tomes en raciones saludables, de aproximadamente 125 grs. y por supuesto, cuanto más sana sea la cocción, menor será su valor calórico.

Para orientarte, una ración de 100 grs. aporta aproximadamente 158 calorías a tu dieta.

Como siempre, te damos una idea de preparación para que lo incorpores a tus menús.

Rodajas de solomillo de cerdo en salsa de vino y champiñones

Así que te contamos una receta deliciosa para que prepares solomillo de cerdo en salsa sin usar el horno.

Es un plato que te puede servir para una comida más festiva pero en realidad es muy sencillo de preparar y queda de lo más elegante.

Ingredientes (para 4 personas)

• 1 solomillo de cerdo (aproximadamente 450 g)
• 1 cebolla
• 200 grs. de champiñones
• 200 ml de vino blanco
• 200 ml de caldo de carne
• 1 cucharada de harina de trigo (15 g)
• Sal y pimienta negra molida

Preparación

1. Para comenzar, corta el solomillo en medallones de aproximadamente 1,5 cm de alto (no te pases porque si te quedan demasiado gruesos costará cocinarlos).
2. En una sartén, coloca un fondo de aceite de oliva para marcar las rodajas. Recuerda, solo debes sellarlas porque las terminarás de cocinar luego con la salsa, así que una vez marcadas, resérvalas.
3. En la misma sartén donde quedaron los jugos, baja el fuego y rehoga una cebolla picada fina, (si quieres puedes ponerle un diente de ajo también) y cocina aproximadamente 7 minutos.
4. Agrega a continuación los champiñones cortados en láminas y cocina 5 minutos más.
5. Agrega el vino y haz que se evapore el alcohol para incorporar a continuación la cucharada de harina que espesará la salsa. Remueve continuamente para que no se hagan grumos y se cocine la harina durante aproximadamente un minuto.
6. Pasado ese tiempo, agrega el caldo de carne e intégralo a la preparación. Ahora sí, en esta salsita vuelve a colocar los medallones que habías reservado y cocínalos durante 30-35 minutos.
7. Cuida que la salsa no quede demasiado espesa ni demasiado líquida (que no parezca una sopa, porque sino no tendrá gracia). Puedes ir rectificando la textura correcta agregando caldo y cuidando la potencia del fuego.
8. Emplata y si quieres puedes espolvorear con un poco de perejil picado y acompañar con unas patatas noisette.

¿Ha sido fácil como te prometimos? Seguro que sí, y el resultado es delicioso.