05/06/2023
decasa
Estas clasificaciones puede que tampoco te aclaren demasiado, pero la verdad es que los dos son ambas cosas (puedes verlo en detalle en nuestro post sobre moluscos y mariscos >).
Para simplificar y no entrar en demasiados detalles, diremos que efectivamente, calamar y sepia son moluscos y se distinguen a su vez de los demás moluscos porque no tienen concha.
Concretamente Cefalópodos viene del griego Kephalé y Podós que significa "cabeza con pies"...así que ya solo con el nombre puedes deducir que pulpos, calamares y sepias son las especies que pertenecen a esta categoría.
Calamar: No todo son tentáculos. En realidad tiene 2 brazos y 8 tentáculos.
Sepia: Tiene 10 tentáculos. Y la diferencia entre patas y tentáculos es que las patas (o brazos) están llenas de ventosas y los tentáculos solo las tienen en los extremos finales, y les permiten no solo adherirse sino también paladear algunos sabores.
Calamar: mide de 15 a 25 cm. pudiendo llegar en algunos casos hasta 40 cm. Es verdad que existe también un calamar gigante descubierto en aguas de la Antártida que pesa alrededor de 500 kg y se parece bastante a un monstruo prehistórico, pero te lo contamos porque es una curiosidad, aunque resulta bastante intimidante pensar en él como un alimento…¿No te parece?
Sepia: mide aproximadamente 20 cm. ya que su cuerpo es más pequeño y sus tentáculos más cortos. Se desplaza moviendo los pliegues laterales del manto que provoca un movimiento que es “casi” elegante, a diferencia del movimiento a propulsión de agua de los calamares.
Esta parte es muy curiosa. Ambas especies tienen una superficie pigmentada que está formada por unas células especiales (cromatóforos) que pueden cambiar de color solo con un impulso neuronal. Es una habilidad que les permite mimetizarse y protegerse de los depredadores cuando se encuentran en peligro. La sepia además, puede usar esta característica como elemento defensivo, para disuadir a sus enemigos, ya que puede crear patrones en forma de ojos para parecer más grande o más temible.
Aquí llegamos a la parte más gustosa de todo el artículo: ¿Cómo podemos prepararlos?
Calamar: rebozado es casi la forma más popular de consumirlo. Cortado en anillas y frito, es una delicia muy típica de nuestras tapas tradicionales y no hay quien se resista.
Sepia: seguro que lo primero que piensas es: a la plancha con una salsita de aceite, ajo y perejil. Y estás en lo cierto, es una receta para principiantes que queda exquisita.
Si quieres probar una receta distinta hoy te proponemos una ensalada gourmet:
Es muy sencillo, sólo tienes que poner en una sartén los calamares, las gambas, la cebolla y los pimientos picados en tiras y rehogar aproximadamente durante 10 minutos.
No te olvides también de agregar la guindilla para darle un toquecito picantón. Retirar del fuego y dejar entibiar.
Mientras tanto, se prepara una vinagreta de mostaza y aceite con la que aliñarás la ensalada.
Sírvela en un plato extendido con los canónigos en la base, y en el centro coloca los el rehogado. Queda deliciosa.
En DeCasa tenemos mil variedades de presentación para que desarrolles toda tu creatividad en la cocina: por supuesto, calamares y sepias enteros y limpios, o en anillas, en tiras, en pinchitos para hacer a la plancha, troceados para hacer guisados y arroces, o si lo prefieres, en piezas enteras sin limpiar.
La frescura y calidad de los productos está garantizada y sus distintas presentaciones te permitirán disfrutar de las recetas más creativas.